El mercado inmobiliario valenciano ha repuntado en los últimos años. La razón son los precios relativamente bajos, tanto para comprar como para alquilar. Sin embargo, esto no descarta algunos peligros, como la falta de oferta frente a la demanda. Lo cierto es que, en general, hacer una inversión en Valencia resulta ser un buen negocio.
¿Cuáles son las principales ventajas del mercado inmobiliario valenciano?
En comparación con ciudades como Madrid o Barcelona, el mercado inmobiliario valenciano tiene una serie de puntos fuertes. Comienza, por supuesto, con sus precios bastante asequibles. De hecho, el precio medio de compra por metro cuadrado ronda los 2.000 euros.
A la hora de alquilar, sin embargo, los precios están incrementando. Esto se debe principalmente al aumento de la demanda, sobre todo de alquileres a largo plazo. En este caso concreto, la oferta ya no da abasto y es raro encontrar un alojamiento por menos de 800 euros al mes.
Los precios se disparan tanto más cuando el inmueble se encuentra en una zona muy solicitada. Lo mismo ocurre cuando la propiedad ha sido totalmente renovada por los propietarios. Según el barrio, los alquileres pueden subir hasta un 10% al año. El mercado inmobiliario de Valencia tiene, no obstante, un brillante futuro por delante, dados los parámetros adicionales que lo benefician.
Entre ellos, el clima especialmente suave de la ciudad, así como su interesante situación geográfica y su atractiva calidad de vida. No hay que olvidar tampoco que Valencia es una ciudad de estudiantes, lo que ofrece otra oportunidad relevante para los inversores.
Por último, el impuesto de bienes inmuebles valenciano vigente es bajo, en torno a 300 a 1.500 euros anuales dependiendo de la vivienda.
Algunos consejos para invertir en Valencia
Lo primero que hay que hacer antes de invertir en inmuebles en una ciudad como Valencia es conseguir la ayuda de un experto. Él o ella tendrá todos los conocimientos necesarios para que la inversión funcione. Con esto en mente, también debes ser consciente de los varios pasos clave que hay que seguir si esperas conseguir resultados convincentes.
En primer lugar, es esencial orientar sus necesidades. Esto incluye no sólo el tipo de propiedad y la zona en la que se encuentra, sino también el presupuesto, el plazo que debe respetarse y el rendimiento esperado de la inversión. El objetivo aquí es tener una visibilidad rigurosa del proyecto. Entre otras cosas, así se evita perder tiempo y energía en malentendidos.
Una vez establecidos los criterios básicos, hay que pasar a la búsqueda propiamente dicha. Sólo se seleccionarán los bienes que cumplan estas condiciones. A continuación, se estudia cada propiedad con el asesor para asegurarse de que sólo se conservan las más prometedoras. Después llega el momento de organizar el calendario de visitas con el objetivo de ver el mayor número de propiedades en el menor tiempo posible.
Sobre el terreno, es esencial hacer las preguntas adecuadas al propietario o al agente inmobiliario presente (cargas a tener en cuenta, margen de negociación, etc.). Una vez hecha la elección, es esencial completar la parte administrativa. Una vez más, es necesaria la ayuda de un especialista en la materia para no cometer errores desafortunados.